El chaleco ha sido una prenda tradicionalmente masculina. En el siglo XIX el chaleco era la prenda más colorista del atuendo masculino, y por aquella época competían los diseños escoceses, con las flores o las escenas medievales. Hoy en día se han vuelto a poner de moda en el armario femenino, y con ellos se puede crear un look oscuro muy original a la par que elegante.
Lo que me gusta del chaleco es, por un lado, esa reminiscencia al traje masculino victoriano ya que algunos modelos tienen un aire retro y antiguo muy marcado. Por otro lado, el chaleco es una prenda que tiene un "efecto corsé". Se ciñe a la cintura marcando la parte superior lo que estiliza y lo hace combinable con todo tipo de prendas, desde faldas cortas a largas, pantalones o vestidos.
Lo que me gusta del chaleco es, por un lado, esa reminiscencia al traje masculino victoriano ya que algunos modelos tienen un aire retro y antiguo muy marcado. Por otro lado, el chaleco es una prenda que tiene un "efecto corsé". Se ciñe a la cintura marcando la parte superior lo que estiliza y lo hace combinable con todo tipo de prendas, desde faldas cortas a largas, pantalones o vestidos.
A la hora de escoger un chaleco, si lo que se quiere es recrear un look oscuro, creo que lo primero que hay que intentar es escoger un modelo con unas bonitas solapas, que sea abotonado, preferentemente con botones metálicos, y de cuerpo entero. Un chaleco de estas características refleja más ese aire bohemio, elegante y oscuro. Es decir, que sea un modelo con detalles y que denote personalidad. Los botones metálicos son un buen truco para envejecer un chaleco, y además siempre pueden añadirse después.
En cuanto a los colores, la primera opción suele ser el negro. Otra opción es escoger chalecos con estampados de rayas verticales. Tienen un aire elegante y dandy, y al combinarlos con prendas en negro, destacarán todavía más.
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