1. Como no caer en la tentación de comer cuando estamos con la moral baja
Muchas mujeres recurrimos a la comida para controlar el estado de ánimo. Por desgracia, en este caso comida suele significar cantidades industriales de grasas saturadas y carbohidratos azucarados.
Comer demasiados de estos alimentos para sentirse bien nos puede acarrear unos cuantos kilos de más que a su vez puede que nos hagan avergonzarnos de nuestro cuerpo. Este sentimiento puede empeorar más nuestro estado de ánimo. Cómo no es sano caer en ese círculo vicioso hemos preparado una serie de estrategias saludables que facilitan romper la rutina de comer como consuelo. Sigue leyendo los consejos que te ayudarán a quitarte la costumbre de matar las penas con comida.
2. Come conscientemente
El primer paso para romper la rutina de comer cuando se está triste es mentalizarse durante un par de días de que no se puede seguir así y tomar nota de lo que se come.
Las mujeres somos por definición multitarea y andamos siempre locas de acá para allá, el trabajo, los amigos, la familia, nuestras cosas personales… por todos los lados tenemos tareas y pocas veces nos prestamos atención a no ser que se trate de una ocasión especial. Así que no es de extrañar que en lugar de comer tranquilamente, devoremos el plato en un plis plas para pasar a otra cosa. Así no llegamos a ningún sitio. Hay que cambiar.
Desde ahora apaga la televisión, el ordenador, el móvil y prepárate para disfrutar la comida. Presta atención a la textura, el sabor y el aroma.
3. No te prives en exceso
Las dietas demasiado restrictivas nos suelen llevar a la actitud de todo o nada ante la comida, y con el tiempo, el hambre severa nos puede llevar a que rompamos la dieta con un atracón compulsivo. Esta situación se puede evitar controlando las raciones. Muchos alimentos vienen ahora en formato individual o bien indican el número de raciones.
También puedes cocinar bajo en calorías con antelación y envasar la comida en raciones.
4. Una terapia peligrosa
Seguro que sabes cuales son los pecados de tu alimentación en general. Pero si durante unos días llevas un diario y apuntas día a día lo que comes durante una semana seguro que logras entender más profundamente la situación.
Por ejemplo, si un día le levantas con la decisión de empezar una dieta superestricta que conlleva saltarse el desayuno seguramente a las 11 te irás muerta de hambre a comprar un donut.
O a lo mejor todo el día has sido buena chica y has comido lo justo e imprescindible y por la noche te sientes mortificada o te acuerdas de tus penas y lo único que se te ocurre para reconciliarte con el mundo es darte una panzada de helado.
5. Planifica
Si quieres cambiar tu relación con la comida, tendrás que cambiar tu entorno. Usa tu diario de alimentos para determinar si es necesario limpiar los armarios de la cocina. Literalmente.
Fuera paquetes de galletas, bolsas de patatas fritas, helado y todo aquello que identifiques como gratificante cuando te da el bajón. Sustitúyelos por frutas y verduras y colócalos en envases atractivos que los haga apetecibles. Prepáralos para que sean fáciles de comer: corta en tiritas apio, zanahorias, pimiento y ponlos en las estanterías frontales del frigorífico, no en los cajones de las verduras.
6. Plan estratégico para controlar el estado de ánimo
Estrategia #1. Realiza actividad física
Ahora que has tomado la decisión de evitar que la comida regule tus cambios de humor, debes buscar otras herramientas de control. Practicar ejercicio regularmente mejora el estado de ánimo. Si sientes tristeza o ansiedad haz algo de gimnasia rápida, por ejemplo, da un paseo. Muchas mujeres suben escaleras para quemar calorías y liberar tensiones.
Ten preparadas un par de deportivas en la oficina y no tendrás excusas para ponerte en movimiento en el trabajo, por ejemplo, ir a hacer fotocopias al piso de abajo.
Gestión de un nuevo estado de ánimo
Estrategia #2. Cambia de músicaLa música es una de las cosas que más rápidamente pueden cambiarnos el humor. Pon tu música favorita y baila, da saltos y disfruta de la vida. Mejora tu estado de ánimo poniendo viejas canciones, quita el polvo al siete pistas y sorpréndete. Pon canciones alegres, aléjate de Alejandro Sanz y del blues.
El plan es que te envuelvas de música optimista que levante el ánimo de los muertos, ya disfrutarás de un solo de violín cuando estés con la moral alta.
Gestión de un nuevo estado de ánimo
Estrategia #3. Haz un plan de aceptación
A veces usamos la comida porque queremos eliminar rápidamente los estados de ánimo negativos, pero a veces… es mejor aceptar la situación. Puede que sientas ira, tristeza o ansiedad.
Investiga e identifica el origen de tu bajón de ánimo. Si es algo que puedes cambiar, busca soluciones. Por ejemplo, si un compañero te molesta trata de establecer estrategias para ser más firme con él. Si por el contrario, se trata de una situación que no puedes cambiar, primero acéptalo.
Haz respiraciones profundas con frecuencia. Tómate tiempo para relajar los músculos de cabeza, cuello y hombros.
Visualiza una escena agradable. También es una buena idea que visualices tus objetivos y trabajes en un plan de aceptación, en lugar de evasión. Por ejemplo, puede que no te guste nada tu trabajo pero debes hacerlo porque la familia necesita los ingresos y sabes que tienes que aguantar por ellos. Eso te reafirmará y te hará más fácil la labor.
Gestión de un nuevo estado de ánimo
Estrategia #4. Encuentra almas gemelas
Gente con problemas similares crearon los primeros grupos de autoayuda y control de peso y fueron efectivos ahí donde la medicina no llegaba. Esto también puede servir para el tema de la relación de los alimentos con el estado de ánimo.
Quizá te encuentres con especialistas críticos o carentes de empatía con respecto a estas soluciones pero, sin duda, encontrarás un gran apoyo y confort interior hablando con otras personas que tienen tus mismos problemas.
Te sentirás conectada y comprendida, y es posible que puedas compartir nuevas técnicas para manejar tu estado de ánimo.
Gestión de un nuevo estado de ánimo
Estrategia #5. Alimentos que levantan el alma
A veces los alimentos y el humor se dan la mano. Resulta que no sólo los donuts nos hacen sentir bien. Cada vez hay más evidencias de que la dieta mediterránea, con énfasis en frutas, verduras y aceite de oliva, se asocia con una menor tendencia a la depresión. Un estudio de más de 10.000 personas demostró que aquellos que consumieron dieta mediterránea tenían un 30% menos de probabilidades de desarrollar una depresión, incluso cuando los investigadores controlaron otros hábitos de salud y rasgos de personalidad. También el consumo de más grasas omega 3 que se encuentra en alimentos como el salmón, el atún, el arenque o las nueces se relaciona con un ánimo menos depresivo.
Aunque los resultados de estas investigaciones aún no son definitivos, merece la pena incluir estos alimentos en nuestra dieta porque son obvios sus beneficios en la salud.
Gestión de un nuevo estado de ánimo
Estrategia #6. Busca ayudaBusca ayuda si crees que puedes tener un trastorno afectivo, un periodo depresivo demasiado largo, un trastorno disfórico premenstrual o un desorden alimenticio como la bulimia.
Cuenta al profesional la relación entre los alimentos y tu estado anímico y las posibles causas a las que puede deberse. El psicólogo te puede recomendar un tratamiento efectivo que te hará más fácil combatir este problema.
Referencias: wendyding
Y te preguntamos:
¿Qué trucos utilizas tú para reprimir las ansias de comer cuando te sientes mal?
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