Cuando sin querer coges con las manos la bandeja caliente del horno o te viertes ácido de la batería del coche sobre el pecho o recibes un chorro de vapor en el rostro, cuando destapas una olla o te salpicas producto de limpieza en los ojos, debes apagar urgentemente el fuego. He aquí la forma de hacerlo.
1. Moja la llama
La primera medida es detener la combustión. Sumerge en agua fría la parte quemada, durante 15 o 30 minutos o hasta que desaparezca la sensación urgente. No utilices hielo ni agua helada, ya que puedes empeorar la quemadura.
Si se trata de una quemadura por contacto, coloca la zona afectada bajo el chorro de agua fría.
En cambio, si la quemadura se debe a una sustancia caliente derramada sobre la piel, como grasa, ácido de la batería o sopa, quítate primero la ropa, lava luego la piel, y moja la parte afectada con abundante agua fría. Si la ropa está adherida a la quemadura, límpiala por encima y ve al médico. No intentes quitarte la ropa.
Una vez que has logrado apagar el fuego, estás a mitad de camino de la curación. El frío evita que la quemadura se propague por el tejido y actúa también como un calmante temporal.
2. Deja la mantequilla para el pan
¿Verdad que no intentarías apagar un fuego con un enorme trozo de mantequilla? Lo mismo se puede decir con respecto a una quemadura. Un alimento sobre la quemadura retiene el calor en el tejido y, en consecuencia, puede empeorar el proceso. Asimismo, puede causar una infección. Se recomienda no emplear ninguno de los remedios que antiguamente usaban nuestros abuelos. Jamás uses vinagre, miel o patata rallada.
3. Examina y evalúa la quemadura
Por lo general puedes tratar tú las quemaduras de primer y segundo grado menores de 2 cm de diámetro en un niño a partir de 1 años o en un adulto. Cuando las quemaduras son más grandes y ocurren en niños menores de un año o individuos mayores de 60 años debe consultarse a un especialista.
4. Cubre la quemadura
Después de lavar y limpiar bien la quemadura, cúbrela con una gasa gruesa, seca y limpia.
Luego, no hagas nada. Al menos durante las primeras 24 horas, deja la quemadura tranquila. Las quemaduras deben seguir el proceso de curación por sí mismas.
5. Ayuda a curarla
A las 24 horas de haber sufrido la quemadura, lávala cuidadosamente con jabón y agua una vez al día. Mantenla cubierta, seca y limpia entre lavado y lavado.
6. Alivia el dolor con aloe
Dos o tres días después de haberse quemado, corta una ramita fresca de aloe y utiliza sus propiedades naturales humectantes para la curación o, simplemente, aplica una crema de aloe de venta libre sobre la herida.
Tanto la planta natural como la crema tienen propiedades analgésicas que aliviarán el malestar. No uses aloe si estás tomando anticoagulantes o tienes problemas cardíacos.
7. Prepara una solución calmante
Cuando la quemadura comienza a cicatrizar, vierte el contenido de una cápsula de vitamina E y frota el líquido sobre la piel irritada. Esto produce un gran alivio y evita que quede una cicatriz.
8. Deja las ampollas intactas
Estas burbujas de la piel constituyen el mejor vendaje natural, de manera que es conveniente no tocarlas. Si una ampolla revienta, limpia el área con agua y jabón, luego aplica un poco de ungüento antibiótico y seguidamente, cúbrela.
Fotografía: Cutex Aladdin's Fire, 1961span style=
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