Hacer la compra no es lo más apasionante del mundo así que ya que vas al mercado optimiza el viaje comprando provisiones a lo grande. Ahorrarás tiempo y dinero. Sobre todo en los viajes inesperados al supermercado de última hora. Para mantener la carne fresca nada mejor que un buen golpe de frío. Te enseñamos cómo.
Congela la carne para conservarla más tiempo sin que se alteren sus nutrientes e impedir la formación de bacterias
La carne que congeles tiene que ser fresca y de muy buena calidad. Este método sirve para todo tipo de carnes: vacuno, cordero, pollo, conejo... Congélala nada más traerla del mercado y no la dejes olvidada en el frigorífico si ya has decidido que no la vas a usar.
| Qué necesitas Carne, tazón grande de vidrio, film para congelar, bolsa de plástico con cierre hermético para el congelador, tabla de cortar, agua fría del grifo |
SIGUE ESTOS SENCILLOS CUATRO PASOS
1. Divide la carne en porciones
Cortando la carne en porciones después, a la hora de descongelar, permite utilizar sólo la cantidad deseada.
Exprime el exceso de aire y séllalo. Así se evitará que se queme la carne en el congelador. Ver si la carne está quemada es muy sencillo: son esas manchas grises que aparecen en la comida cuando está expuesta a un exceso de oxígeno.
Cuando compras la carne fresca en el supermercado te durará una semana en el frigorífico. Con esta operación prolongarás la vida de la carne unos dos meses en un congelador doméstico.
Cuando necesites la carne para cocinarla, deja la comida en la bolsa hermética y sumérgela en un recipiente grande con agua fría. Cambia el agua de vez en cuando porque el proceso de descongelación puede enfriar demasiado el agua. Las piezas pequeñas tardarán de 15 a 20 minutos.
| Consejo No utilices este proceso durante más de dos horas o correras el riesgo de que crezcan bacterias. |
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